De la renovación por la tácita

En la vida son muchos los acuerdos que firmamos que si bien tienen una fecha de inicio definida (comúnmente en el momento de la firma aunque no siempre, pero bien este es otro tema en todo caso merecedor de un artículo exclusivo para tratar de ese asunto) no la tienen definida para su conclusión, o mejor dicho si que de entrada la tienen, pero se va renovando y renovando digamos que «automáticamente», es decir, sin que nosotros volvamos a firmar o a acordar nada. A eso se le llama renovación por la tácita.

Un claro caso de este tipo de contratos que se renuevan por la tácita son por ejemplo aquellos seguros de salud, de coche, de vivienda o cualquier otro que de entrada comúnmente tienen una duración de un año, prorrogables año a año, anualidad a anualidad de no mediar renuncia o denuncia de cualquiera de las partes en un plazo predeterminado con anterioridad a la conclusión del contrato de cualquiera de ambas partes.

Dicho de otro modo, el contrato sí que tiene una fecha de inicio y una de fin, pero si por ejemplo con dos meses de antelación avisamos a la otra parte de que no queremos renovarlo, o de que queremos sentarnos a hablar antes de renovarlo pues queremos tratar de las condiciones del mismo, no cabrá la renovación por la tácita.

Al contrario, si no decimos nada como mucho en esos por ejemplo mencionados dos meses anteriores a la conclusión (y la otra parte no nos comunica nada al respecto) el contrato se entenderá renovado tácitamente (automáticamente) y en consecuencia quedará renovado por una anualidad más, en las mismas condiciones iniciales (o las que se hubiesen acordado y firmado en un inicio) y sin posibilidad de renunciar a él (so pena de quedar sujetos a las posibles reclamaciones que puedan emanar) hasta su próximo vencimiento. puede que sea lo que andas buscando.